La nueva España. - 13 de Enero del 2013.


"La princesa de las Navidades" así denomina hoy La Nueva España a Susana, a continuación os dejo el artículo super amplio que habla de ella en dicho periódico, te invito a que lo leas y puedas conocer mas de ella. Os dejo a la vez del enlace al periódico digital junto a la caricatura que acompaña la noticia.

David Orihuela.  "Fue su tío, el fallecido cantante Ernesto Baldajos, el que le metió a la cría el gusanillo de la música y quizá también el que le hizo ver que en el mundo, no demasiado lejos, en la misma ciudad o en la misma región, había personas que necesitaban ayuda.
Son dos de las patas que definen la personalidad de Susana Solís, cantante, actriz y empresaria especializada en espectáculos infantiles. «El show de Susana» es un clásico en los reproductores de DVD y de música de todos los padres con niños menores de 10 años.



«¿Qué hace cuando no está trabajando?». «Trabajar», contesta una amiga desde los tiempos en que Susana estudió Trabajo Social en Gijón. Si el tío se volcaba año a año recorriendo los escenarios asturianos con la «operación Kilo», la sobrina ha puesto su foco solidario en el pueblo saharaui. Es imposible conocer sus ideas políticas, dicen con rotundidad amigos de uno y otro extremo del arco político. Es solidaria pero sin vinculación con ningún ideario político, simplemente es consecuente con sus ideas y por ello tiene una «hija» saharaui, Aisetu.
La niña vino varios años a pasar las vacaciones a casa de Susana. Fueron cinco veranos, pero el programa «Vacaciones en paz» marca que no se puede sobrepasar ese lustro, así que Aisetu dejó de viajar a Asturias, aunque Susana sigue siendo «su madre». La experiencia con la pequeña llevó a la cantante a involucrarse con la causa, «pero sin significación política de ningún tipo», insisten sus allegados.
Susana ha trabajado mucho, muchísimo, en Oviedo. En la ciudad gobernada por la derecha siempre le han dado cancha y siempre han contado con ella para los programas festivos. Hasta llegar al punto de que la cantante tiene carroza propia en el desfile del Día de América en Asturias.
La música es lo que mueve a Susana. Empezó con Baldajos y luego siguió con otra de las voces clásicas de la escena asturiana, Rosa María Lobo. La chica hacía coros y acompañaba. Más tarde se embarcó en un proyecto con su marido, un dúo para amenizar bodas, banquetes y todo lo que fuese necesario.
Pero al final, hace ya unos años, llegó lo que ella, sin saberlo, estaba buscando. Encontró su espacio. No sólo su nicho de negocio sino también su causa para seguir adelante, los espectáculos para niños.
Susana Solís compone la música y la letra de todas sus canciones, diseña los espectáculos y se encarga de todo lo relacionado con cada representación. Ella es la empresaria y la protagonista, pero dice mucho que las personas que trabajan con ella, además de su marido, lleven años a su lado.
Niños y trabajo, trabajo y niños, no hay nada que se ponga por delante. Su amiga Noemí Martín, la que fuera líder de IU, lo resume en una anécdota: «Fui con mi hija a ver un espectáculo de Susana y noté que tenía la voz tomada. No la pude saludar por la cola que tenía de niños que querían una foto o una firma, así que la llamé por teléfono y le comenté lo de la voz, que la había notado griposa, tenía neumonía». La cantante se explicó: «No podía dejar sin actuación a los niños».
Susana no tiene hijos, salvo la pequeña saharaui. «Es su madre, la trata como una hija y la niña a ella igual, la adora», explica otra persona involucrada en la causa de los refugiados, que conoce a la cantante y que apostilla: «Lo ha tenido que pasar muy mal cuando la niña dejó de venir de vacaciones a Asturias».
Susana Solís, la princesa a la que todos los niños adoran, es, según sus allegados, «una tía muy cercana, muy, muy divertida y solidaria». También seria, «poco tiene que ver con la imagen frívola que algunas personas pueden tener de ella», subrayan sus amigos.
Diplomada en Trabajo Social, con estudios de Psicología, nacida en Avilés y residente en Piedras Blancas, la edad de Susana Solís es una incógnita que no cabe desvelar, ya que, al fin y al cabo, es lo de menos, los niños la ven como una princesa de cuento y por ellas no pasan los años.
Ella seguirá trabajando y trabajando, y si puede lo sumará con alguna iniciativa solidaria o didáctica, como ya hizo con su proyecto «Me gusta la fruta», un disco que la Fundación Alimerka repartió en sus supermercados y sirvió para que muchos niños probasen, al menos, alguna de las frutas que mencionaban las canciones.
Todo por los niños y para los niños, por su inocencia y por su futuro. Ella lo ha luchado durante décadas y ahora pone la banda sonora de la infancia de miles de pequeñajos."